Las baterías de iones de litio (li-ion) han revolucionado la forma en que alimentamos desde aparatos electrónicos domésticos y dispositivos médicos hasta vehículos eléctricos, equipos industriales y sistemas de almacenamiento de energías renovables.

Sin embargo, su ubicuidad conlleva retos inherentes, especialmente en lo que respecta a la seguridad de los productos y a la navegación por intrincados marcos normativos.

Uno de los peligros más comunes asociados a las baterías de iones de litio es su tendencia a sobrecalentarse, lo que puede provocar un desbordamiento térmico, una reacción en cadena en la que el aumento de la temperatura agrava las condiciones hasta que la batería se incendia. A pesar de estos riesgos, muchos consumidores no son conscientes de ellos y adoptan prácticas poco seguras que aumentan la probabilidad de que se produzca un desbordamiento térmico o una combustión.

Dejar una batería de iones de litio en su cargador, incluso después de alcanzar la carga completa, es uno de esos hábitos comunes. Esta sobrecarga aumenta considerablemente el riesgo de sobrecalentamiento e incendio. Los informes de incendios relacionados con baterías de iones de litio abarcan una amplia gama de productos, desde bicicletas eléctricas hasta herramientas de jardinería. Además, los casos de aparatos electrónicos de consumo equipados con estas baterías que se sobrecalientan en los aviones han aumentado un 28 % de 2019 a 2023.

Las retiradas relacionadas con las baterías de iones de litio han fluctuado durante la última década, reflejando normalmente el aumento y la disminución de la popularidad de productos como los hoverboards y las bicicletas eléctricas. Solo en 2024, se retiraron 15 productos de consumo por incidentes relacionados con baterías de iones de litio, que afectaron a 870 000 unidades.

Gestión de riesgos en el transporte

Una sola batería de iones de litio puede causar daños importantes si se sobrecalienta y se inflama. Ese daño puede ser exponencialmente mayor si hay varias baterías de iones de litio muy cerca y no están embaladas de forma segura y protegida. Es más probable que esto ocurra durante el transporte de las propias baterías o de productos que las contengan. Si una sola batería de iones de litio experimenta un desbordamiento térmico, puede propagarse a otras baterías o materiales combustibles cercanos, pudiendo provocar grandes incendios con graves consecuencias.

Una sola batería de iones de litio que se sobrecaliente y se incendie puede causar daños importantes, pero el riesgo aumenta drásticamente cuando se almacenan o transportan varias baterías muy cerca unas de otras sin las medidas de seguridad adecuadas. Esto es especialmente preocupante durante el transporte de baterías o productos que funcionan con baterías, ya que un embalaje inadecuado puede aumentar la probabilidad de que el desbordamiento térmico se propague a las baterías o materiales combustibles cercanos, lo que podría provocar incendios a gran escala con graves consecuencias.

Para ayudar a los fabricantes a transportar con seguridad las baterías de iones de litio de acuerdo con la normativa, la Administración de Seguridad de Tuberías y Materiales Peligrosos (PHMSA) del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) ha publicado recientemente una guía actualizada que abarca diversos tipos, configuraciones y tamaños de baterías de iones de litio.

La guía cubre específicamente las mejores prácticas para el envío de baterías dañadas, defectuosas o retiradas del mercado (DDR), que a menudo suponen el mayor riesgo para la seguridad. Las baterías li-ion DDR están restringidas al transporte por carretera, ferrocarril o barco y deben cumplir estrictos requisitos de embalaje y etiquetado para mitigar posibles peligros.

Además del Departamento de Transporte, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha revisado recientemente sus directrices para el transporte aéreo de baterías de metal de litio, ión-litio e ión-sodio, y describe las restricciones para utilizar este medio de transporte.

Incluso para las empresas con más experiencia, las retiradas de productos de baterías de iones de litio pueden ser complejas y costosas. Una implementación mal gestionada puede exponer a los fabricantes al escrutinio normativo, a demandas de los consumidores y a daños en su reputación. Dada la naturaleza especialmente peligrosa de las baterías DDR y la variedad de requisitos adicionales para el transporte de cualquier batería de iones de litio, asociarse con un tercero experto que se especialice en la retirada de productos y la eliminación de materiales peligrosos puede ayudar a garantizar un proceso de retirada más eficiente, eficaz y seguro.

De cara al futuro

Los organismos reguladores de Estados Unidos y de todo el mundo están estudiando formas de reforzar la supervisión de las baterías de iones de litio. En 2024, la Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó una ley que obliga a la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC) a emitir una norma de seguridad de productos de consumo para las baterías recargables de iones de litio utilizadas en dispositivos de micromovilidad, como bicicletas y patinetes eléctricos, con el fin de mitigar los riesgos de incendio. El estado de Nueva York aprobó en julio de 2024 un amplio conjunto de leyes que regulan el uso de baterías de iones de litio y que, entre otras disposiciones, exige que cualquier batería de iones de litio utilizada en dispositivos de micromovilidad, bicicletas con asistencia eléctrica o ciclomotores se fabrique de acuerdo con determinadas normas y especificaciones. Es posible que otros estados sigan su ejemplo, aumentando la presión para promulgar una legislación nacional.

En Europa, la UE adoptó en 2023 un nuevo Reglamento integral sobre baterías, que amplía las responsabilidades del productor de baterías portátiles, entre otras, para cubrir los requisitos de gestión de residuos. Mientras tanto, en el Reino Unido, se encuentra en comisión en la Cámara de los Lores un proyecto de ley sobre la seguridad de las baterías de iones de litio que regularía el almacenamiento, uso y eliminación seguros de las baterías de iones de litio. A medida que se intensifica el escrutinio normativo, los fabricantes deben adoptar un enfoque proactivo de la gestión de riesgos a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. Esto incluye desarrollar y probar planes de retirada, auditar las prácticas de envío para garantizar el cumplimiento y tomar las medidas necesarias para poner en marcha una respuesta sólida de retirada, incluida la eliminación segura de los productos peligrosos.